La cuarta técnica para “saber escuchar” es, precisamente la
“escucha asertiva,” y consiste en que desde el inicio del diálogo adoptes una
actitud “asertiva” es decir, eres sensible y consciente de que tu interlocutor
es una persona humana que no sólo comunica palabras, sino que de entre esas
palabras, comunica pensamientos, sentimientos y necesidades.
Hagamos un sencillo ejercicio de análisis.
Si, por cualquier motivo, al estar escuchando adoptas una
actitud de cerrazón y agresividad, provocarás hostilidad y frustración en tu
interlocutor, pues tus palabras, difícilmente contradirán tus gestos. En
consecuencia, tú experimentarás sentimientos de culpa y ansiedad. Los
resultados de este encuentro serán del todo negativos.
Si en tus diálogos adoptas una actitud pasiva y desinteresada,
lo que suele generarse es lo que llamó Martin
Seligman, “indefensión aprendida,” que significa falta de sentido y control de
lo que estás hablando y sintiendo en ese momento. Entras a un callejón sin salida, pues no
encuentras qué más decir y cómo terminar ese encuentro que está resultando
verdaderamente desagradable.
En cambio, cuando al escuchar adoptas una actitud asertiva, te
sientes confiado y seguro de ti mismo, lo que provoca sentimientos de amistad, respeto
e influencia positiva en tu interlocutor.
Entonces, ¿qué hacer para escuchar asertivamente?
La próxima semana veremos estrategias para lograrlo.
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